Actualmente, las redes sociales son un gran instrumento a la hora de buscar empleo de forma económica y eficaz. En este sentido, gracias a la gran oferta de licenciados, ingenieros y graduados y la escasez de puestos de trabajo impulsados por la crisis, ha llevado a muchos jóvenes, acostumbrados al uso de las redes sociales para el entretenimiento, a aprovechar esta experiencia para promocionarse en la red mundial, para tomar ventaja de los servicios de búsqueda de empleo y dejar su huella en términos de contenido.
Es el caso de LinkedIn, la red profesional por excelencia, y en gran medida también, Facebook. En ambos, la relación se explora para la presentación de plan de estudios, contactos profesionales, ofertas de empleo, solicitar opiniones de expertos, etc. En Facebook, por ejemplo, el usuario puede crear una fan page con su perfil profesional, a través de la cual puede promocionarse como profesional. También puede crear un grupo o unirse a un grupo ya existente relacionado con su profesión, donde darse a conocer o donde encontrar información útil además de oportunidades laborales.
Otro fenómeno que comienza a experimentar un crecimiento exponencial es Twitter. Una elección bien pensada de la gente a seguir también puede ser una gran herramienta para estar al día, para conectar con empresas, hacer networking o presentarse como candidato (aunque, a principio, esta red no se haya creado para esta funcionalidad).
Es muy importante saber separar un perfil profesional de uno personal para evitar mezclar la vida personal con la laboral, y evitar que las empresas nos vean en situaciones comprometidas. Para quien quiera encontrar trabajo a través de las redes sociales, tendrá que cuidar mucho la reputación proyectada. Y, evidentemente, no olvidar la importancia de mantener actualizada las cuentas y revisar diariamente los perfiles de personas y de las empresas que nos interesan a nivel profesional.
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